Artista extraordinario, fue gracias a él que la bossa nova se consolidó como género a comienzos de la década del 60 del siglo pasado, cuando la música brasileña conquistó el mundo.
A esa conquista le siguió luego la brillante generación integrada entre otros por músicos de la talla de Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque, todos ellos inspirados en su momento por "Chega de saudade", el clásico que João Gilberto lanzó en el año 1958.
Según el diario O Globo, en los últimos diez años "aquel João Gilberto ícono de la bossa nova fue de a poco perdiendo espacio dejando lugar a un personaje complejo. La decadencia física, las cuestiones de familia, los problemas de dinero, en fin, un conjunto de episodios graves acabó sonando más alto que el talento de un artista tan grande".