En el escrito se sostiene que "la presencia de un país en la lista no refleja necesariamente los esfuerzos antinarcóticos de su gobierno o el nivel de cooperación con los Estados Unidos" y añade "la razón por la que los países figuran en la lista es la combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten el tránsito o la producción de drogas, incluso si un gobierno ha adoptado medidas de fiscalización de estupefacientes sólidas y diligentes".
Asimismo, en el memorándum se apunta específicamente a Bolivia y Venezuela, ya que "no han cumplido de manera demostrable durante los últimos 12 meses con sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra los estupefacientes".
Luego se refiere a México y se señala que "necesita hacer más para detener el flujo de drogas mortales que entran a nuestro país. Necesitamos que el gobierno mexicano intensifique sus esfuerzos para aumentar la erradicación de la amapola, la prohibición de drogas ilícitas, los enjuiciamientos y la incautación de bienes, y para desarrollar una estrategia integral de control de drogas".