“La agroindustria y la actividad agropecuaria siguen siendo el futuro de la Argentina. Somos productores de alimentos en un mundo que los demanda. Nuestro país tiene el desafío de aumentar la productividad, y al mismo tiempo darle sustentabilidad ambiental y social a la actividad agropecuaria y agroindustrial en todo el territorio”, indicó Lifschitz.
“La tecnología va a permitir lograr ese objetivo de ser más competitivos” con el apoyo de “políticas públicas. El Estado tiene que volver a recuperar un rol de planificación en el mediano y largo plazo”, aseveró.
En relación a la actualidad política y económica del país, Lifschitz expresó: “El momento que atravesamos nos genera muchas preocupaciones, en el corto y largo plazo, pero hay que apelar a la responsabilidad, porque si la crisis se hace más profunda, no solo complica a los que menos tienen, sino que condiciona el futuro del país”.
Finalmente, auguró que “más allá de las incertidumbres” en el Precoloquio se podrá avanzar “en conclusiones interesantes para poder tener un país con más desarrollo, actividad económica y empleo”.