Desde el mediodía la gente se fue acercando a la zona de Warnes al 1900 para disfrutar de la feria que contó con más de 100 stands de objetos medievales, intervenciones teatrales, espectáculos musicales y narración de cuentos, entre múltiples propuestas gratuitas.
Recreacionistas lucieron sus atavíos caracterizados como caballeros, corsarios, príncipes, princesas, hadas, magos y brujas, que remitían a la época de esplendor de los castillos del medioevo. Todo ello con la atenta mirada de expertos y simpatizantes en la materia que formaron parte del encuentro.
La feria comenzó en la plaza a partir de las 13, con la recreación de usos y costumbres de una aldea medieval y el desarrollo de una clase de esgrima medieval para niñas y niños, juegos, desafíos de caballeros, otra clase de esgrima, para mayores, e intensos combates medievales en los que las espadas y armaduras fueron el denominador común.
El vigor y la energía desplegada por los caballeros en lucha pusieron en alerta a la multitud, que agradeció la entrega y despliegue de la performance con una gran ovación. La zona de los jardines albergó un espacio de construcción de juguetes referidos a la temática y una escuela de arquería tradicional, que posibilitó disfrutar de una experiencia no muy habitual para la mayoría: tirar al blanco con arco y flecha.
Además, adicionalmente, en el auditorio hubo “Charlas Frikilosóficas” con Laureano Martínez, una disertación sobre los vikingos y la historia de la Escandinavia Medieval y, finalmente, otra sobre Justas Medievales y Modernas. Además, en la sala de espera del Registro Civil, se llevó a cabo una muestra de ilustraciones realizadas en los espacios culturales del cómic; hubo lectura de cuentos medievales a cargo del grupo Rueda de Cuentos y se pudo apreciar una muestra de objetos realizados en los espacios de plástica.
En el escenario principal, los números artísticos tuvieron lugar pasado el mediodía. A las 14.30, Redrak Callagham desplegó su cautivante show de danza; una hora después fue el turno de Tribu Driades. En cuanto a los espectáculos teatrales, los asistentes disfrutaron del ya tradicional cuento de La Comarca, realizado especialmente para la ocasión.
La historia se dividió en dos escenas: la primera fue Marim y la sombra del Djinn; y la segunda: El rescate de los alquimistas, seguidos atentamentepor una multitud. Con talleristas y alumnos de los talleres de teatro protagonizando la historia y otros alumnos del taller de guitarra interpretando música en vivo, la historia atrapó a chicos y grandes. La música es otro espacio representativo de La Comarca.
En esta oportunidad se presentaron tres grupos que pusieron a bailar al público. La apertura estuvo a cargo de Skol, trío de música celta y nórdica.
Luego Riordan recorrió lo mejor del irish folk y, ya sobre el cierre, Clanavis se adueñó del escenario para interpretar canciones de folk escocés aderezadas con covers como “I´m Shipping Up To Boston” (Dropkick Murphys), “Enter Sandman” (Metallica) o “It´s a Long Way To The Top Of You Wanna Rock” (AC/DC), entre otras.