El Vaticano informó de esta operación sin dar mayores detalles y se limitó a señalar que la incautación tuvo lugar en la primera sección de la Secretaría de Estado y en la Autoridad de Información Financiera (AIF), un organismo de la Santa Sede instituido para la lucha contra el blanqueo de capitales.
El semanario italiano publica que el objetivo es investigar operaciones financieras millonarias supuestamente irregulares realizadas por algunos funcionarios de la Secretaría de Estado y la AIF. Entre estas, apunta, los magistrados analizan compraventas de inmuebles en Londres y la gestión del Óbolo de San Pedro, que recoge las ayudas económicas que los fieles ofrecen al Papa para que sean destinadas a obras de caridad.
Los trabajadores fueron suspendidos de forma cautelar. Se trata de Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi, dirigentes de la Secretaría de Estado; una empleada de la administación, Caterina Sansone; Mauro Carlino, jefe del Departamento de Información y Documentación, y el director de la AIF, Tommaso Di Ruzza.