“Tampoco hay que salir corriendo, porque finalmente esto es una negociación. Cuando se negocia, se hace una estrategia para buscar las mejores oportunidades y el mejor momento para hacer las cosas”, dijo.
Según datos oficiales, hacia finales de septiembre la deuda argentina ascendía a USD 315.000 millones, de los cuales USD 126.000 millones estaban en manos de acreedores privados y USD 75.000 millones eran con organismos internacionales.
“Es una negociación compleja. Pero ya todos saben cuál es nuestra lógica: nuestra lógica es pagar, pero no pagar postergando el desarrollo de Argentina”, aclaró Fernández.
“Yo no necesito más dinero prestado de nadie, ni del Fondo ni de nadie. Necesito que nos dejen crecer para poder pagar. Y que no nos exijan pagar a costa de los que menos tienen porque la verdad es que el ajuste en Argentina ya no hay dónde hacerlo”, aseveró.