"Que el pequeño Niño de Belén sea esperanza para todo el continente americano, donde diversas naciones están pasando un período de agitaciones sociales y políticas", planteó el pontífice al pronunciar su tradicional saludo desde la Basílica de San Pedro.
Al referirse a la crisis en el país caribeño, en la que la Santa Sede fue facilitadora del diálogo en 2016, sin poder resolver las diferencias entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, Bergoglio precisó: "Que reanime al querido pueblo venezolano, probado largamente por tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita".
"Que bendiga los esfuerzos de cuantos se están prodigando para favorecer la justicia y la reconciliación, y se desvelan para superar las diversas crisis y las numerosas formas de pobreza que ofenden la dignidad de cada persona"; agregó el Papa en su séptimo mensaje navideño como pontífice.