Ayer, en la víspera del inicio de una cumbre de la OTAN que promete escalar la tensión entre Washington y París, Trump anunció que impondrá aranceles por 2.400 millones de dólares y de hasta el 100% del valor a ciertos productos franceses. El mandatario dijo que su decisión era en represalia al gravamen que estableció París a los servicios digitales de grandes empresas tecnológicas estadounidenses, como Google y Facebook.
El impuesto, sancionado el 11 de julio por el Parlamento, implica el pago del 3% de las ventas que generen en Francia aquellas empresas digitales extranjeras con ingresos superiores a los 750 millones de euros, de los cuales al menos 25 millones de euros se generen en el país europeo.
Si bien se espera que tributo alcance a al menos 30 compañías de procedencias como China, Alemania, España y Gran Bretaña, la mayoría de estos grupos tiene su sede en los Estados Unidos. «Las cosas están claras entre los europeos: si hubiera nuevas sanciones estadounidenses, la UE estará dispuesta a responder», insistió Le Maire, citado por la agencia de noticias EFE.