La propuesta del edil, se fundamenta en “la gran cantidad de accidentes que se producen por la inexistencia de dichas barreras, la invasión de las ciclovías por parte de motociclistas que conlleva un peligro mortal para los ciclistas y el necesario reordenamiento que necesita la red de bicisendas de Rosario, la mayoría de ellas solo una raya de pintura en el asfalto”, según sostiene el integrante del cuerpo.
Cardozo argumentó que “la normativa internacional en materia de ingeniería de tránsito indica que en toda calzada en donde se superen los 30 o 40 kilómetros por hora –según el país en donde se aplique–, la ciclovías deben tener algún tipo de separación física con la calle”.
Según esos criterios técnicos la separación debe realizarse “con pretiles de material flexible, con flejes de baja altura en caucho o metal o en ciertos casos puntuales, con cordón de material permanente”. El edil macrista también pidió revisar ciclovías existentes en calles donde la convivencia de estacionamiento y transporte urbano de pasajeros vuelven peligroso el tránsito.
El proyecto señala como prioritario lugares como: Avenida de la Costa Brigadier Estanislao López, Avenida Pellegrini, Avenida Ovidio Lagos, Avellaneda y Corrientes.