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"Hoy tenemos los primeros casos importados con antecedentes de viaje pero por la situación climática y de otras provincias no descartamos que surjan casos autóctonos también. Por eso es importante el cuidado y la prevención de la enfermedad”, manifestó.
En este sentido, puso especial atención en el control focal que se materializa en el descacharrado, utilización de larvicida y concientización de la enfermedad. A esto se suman los trabajos de monitoreo de la circulación viral en diferentes zonas de la ciudad que realiza el municipio. Para esto se instalaron 18 ovitrampas en domicilios del barrio Tablada (donde se dio el último brote de la enfermedad) que determinan si hay o no huevos del vector. De éstas, 10 dieron resultado positivo para aedes aegypti.
La tarea de monitoreo larvario requiere de un arduo trabajo interdisciplinario e intersectorial. Del mismo participan equipos de trabajadores de distintas áreas de la Municipalidad de Rosario como Parques y Paseos, Sistema Municipal de Epidemiología, Educación para la Salud, Áreas de Servicios Urbanos, Control Ambiental, Defensa Civil, Guardia Urbana Municipal, Control Urbano, COEM, y estudiantes de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Médicas.
