Estas declaraciones de Bolsonaro llegaron un día después de la reunión que mantuvo con el canciller Felipe Solá, en lo que fue el primer contacto directo del presidente brasileño con un representante del gobierno de Fernández.
“La conversación fue muy saludable”, dijo Bolsonaro sobre esa reunión con Solá, que marcó el inicio de una distensión entre ambos Gobiernos, distanciados por las diferencias ideológicas entre el líder de la ultraderecha brasileña y Fernández.
“Yo quiero una Argentina fuerte; no una patria bolivariana”, aseveró Bolsonaro, que además afirmó que la Argentina, “con la debida compostura, está peor que nosotros”.