Como primera medida el Gobierno holandés publicó un estudio en el que consta que apenas un 0,18% de los ciudadanos de más de 55 años tiene “un deseo de morir consistente y activo”.
En números, ese 0,18% representa alrededor de 10.000 personas a las que habría que “intentar devolverles el gusto por la vida” en vez de ayudarles a morir, como apuntó el ministro de Sanidad, Hugo de Jonge.
Se calcula que cerca de 7.000 personas en Holanda eligen terminar con su vida con la asistencia del Estado. La primera ley de eutanasia se aprobó en 2002 y fue utilizada unas 1880 veces, pero en 2007 se ampliaron las causales para acceder a ella.