Los puntos fundamentales que enviados al Ministerio de Trabajo fueron la "exención" el pago del monotributo, "seguro de desempleo" para los trabajadores independientes propiamente dichos y "licencias pagas" destinadas a aquellos bajo la modalidad de "contratados".
Además, pidieron que las obras sociales presten cobertura "inmediata e irrestricta" cualquiera sea su "situación fiscal".
Ante la emergencia sanitaria y la directiva de guardar aislamiento social para evitar la propagación del coronavirus, muchas de las actividades laborales también debieron enfrentar un "parate" en consecuencia.
La modalidad de trabajo "freelance" abarca diferentes rubros como arquitectos, diseñadores gráficos, fotógrafos, músicos, abogados, terapeutas, comerciantes y maquilladores, entre otros.
"Los monotributistas somos los últimos, los más castigados, pedimos que nos reconozcan algunos derechos mientras no podemos trabajar por razones de fuerza mayor", señaló Emilia Lobais, integrante de este colectivo que se desempeña como psicopedagoga en discapacidad, actividad momentáneamente suspendida.