“Aún pueden contagiar a otros después de que dejen de sentirse mal, por lo que las medidas deben prolongarse al menos dos semanas después de que los síntomas desaparezcan”, explicó Ghebreyesus.
A su vez, instó a los países a realizar la mayor cantidad de test posibles para descartar casos y profundizar las medidas de aislamiento en los casos correspondientes.
Este particular pedido llega luego de la confirmación de que el COVID-19 volviera a aparecer y presentar nuevos síntomas en pacientes que ya habían sido dado de altas. Si bien se trata de una enfermedad nueva que se encuentra bajo continuo estudio, los expertos que trabajan en las zonas más afectadas por el coronavirus explican que los motivos por lo que un paciente puede volver a reinfectarse son muchos.
En primer lugar indican que a pesar de que una persona es dada de alta puede que no tenga la cantidad suficiente de anticuerpos para desarrollar la inmunidad y por este motivo se están infectado de nuevo.
Otro de los motivos atribuibles a las recaídas es que el virus también podría ser “biofásico”, es decir que permanece dormido en el organismo antes de generar nuevos síntomas que ya habían desaparecido.