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Los dos infectados procedentes del exterior se confirmaron en Shanghai (este) y Guangdong (sur) y el nuevo contagio local se registró en la provincia nororiental de Jilin, fronteriza con Rusia, donde en las últimas semanas se detectaron más de 30 casos relacionados con ciudadanos chinos que regresan desde el país vecino, informó la Comisión Nacional de Salud, citada por la agencia de noticias EFE.
Desde marzo, China mantuvo una considerable caída de la transmisión de casos a nivel local, gracias a las drásticas medidas de prevención y limitación de movimientos para controlar la expansión de la pandemia. No obstante, una vez que los casos de transmisión local comenzaron a descender, los casos importados empezaron a ir en aumento.
Se trata en su gran mayoría de ciudadanos chinos que regresan de otros países afectados por el virus, sobre todo por tierra, por lo que las zonas más complicadas son las que limitan con Rusia, que cuenta con 335.882 infectados y 3.388 muertos.
Las provincias fronterizas Jilin y Heilongliang registraron un importante aumento de casos importados en las últimas semanas, lo que llevó a imponer estrictas medidas de limitación de movimientos en las ciudades de esas zonas.
