En la oportunidad, se encontraron allí vecinas y vecinos, jóvenes de la Unidad Productiva Parada Oeste, situada frente al CCB, y los equipos municipales, para desarrollar acciones conjuntas que promuevan el cuidado del barrio.
Dado el aislamiento social, preventivo y obligatorio y con el objetivo de reforzar las acciones comunitarias llevadas adelante por la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat en los territorios, las educadoras del CCB vienen desarrollando distintas formas creativas para seguir comunicadas con los niños y niñas. A través de las redes sociales distribuyen recetas, canciones e ideas para, con pocos elementos, entretenerse en casa.
En respuesta a esas propuestas, que surgen en el trabajo cotidiano, "vuelven fotos con las familias y panqueques que resultaron de la receta, robots de tiritas, y dibujos de canciones", contaron entusiasmadas. Todo esto inspiró a una producción de kits recreativos elaborados artesanalmente en el centro de convivencia que contienen una dinámica para jugar y crear.
"Así las actividades que se realizan para el refuerzo alimentario cobran otro sentido. Porque no es sólo la caja con alimentos, sino el valor agregado de manos y cabezas que piensan en cuidar, en acompañar para que pronto podamos volver a las salitas", afirmaron las seños del CCB.
Cabe señalar que los centros de Convivencia Barrial promueven actividades para niñas, niños, jóvenes y personas mayores y están ubicados estratégicamente en los barrios de mayor vulnerabilidad de la ciudad y allí se desarrollan instancias de capacitación, recreación, consultoría legal, de salud, entre otras.