Pichetto señaló también que "no es imaginable una restricción de libertades y circulación todo el tiempo" y señaló que «el mundo está abriendo, los países de Europa están retomando la actividad» y preparándose «para convivir con el virus".
"Es cierto que están entrando en el verano pero también es cierto que se están preparando para convivir con el virus", añadió.
Para Pichetto, "las secuelas de una actividad paralizada dejarían sin destino a la Argentina e impactarían fuertemente en la clase media, los sectores del trabajo, y también en la administración pública, que observan cómo se deteriora el salario, con la corridas cambiarias del dólar blue".