En ese contexto de parate generalizado, precios acordados, servicios congelados y un muy bajo consumo, el índice del costo de vida fue el más bajo desde noviembre de 2017 cuando el IPC mostraba una suba de 1,4 por ciento.
A pesar de tener precios congelados y que la cuarentena, la división Alimentos y bebidas (3,2%) fue la de mayor variación e incidencia en el mes.