“La justicia me mostró lo que hay sobre el espionaje que desarrollaron en mi contra, donde me cuentan que en mi caso para no mencionarme por mi nombre jugaban con mi apellido y me decían `Anaconda´”, relató el periodista.
Sobre el espionaje que sufrió relató que “fueron a La Plata para ver dónde vivo, rastrearon el domicilio de mis padres, que son dos jubilados mayores de 70 años, y luego hicieron un seguimiento de mi auto”.
El periodista también indicó que desde el juzgado le hicieron escuchar audios donde los espías comentaban su presencia en los tribunales de Comodoro Py, e intentaban determinar qué jueces podrían ser fuentes para sus artículos.
“Intentaban cazar mis fuentes, con un eje en particular, que es lo que estaba publicando en ese momento que era el capítulo argentino del Lava Jato, con Gustavo Arribas (titular por entonces de la Agencia Federal de Inteligencia) y el primo de Macri Angelo Calcaterra”, relató Alconada Mon. “Esta no es la primera vez que me pasa, la diferencia es que esta vez todo quedó volcado en un expediente. Esto es un vicio del espionaje argentino desde hace décadas”, resumió el periodista