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Lo único que se habla tiene que ver con los contratos. Muchos jugadores de avanzada edad, la mayoría referentes en sus equipos, culminan sus vínculos el 30 de junio, y las instituciones parecen estar abocadas a esa sola preocupación, ya sea para seguir contando con sus ídolos, o darles una despedida digna.
La confirmación de la supresión de los descensos en Primera División dio lugar a mayor relajación por parte de los dirigentes de los clubes, focalizando su atención en otros objetivos, sin la presión estresante de los promedios.
Por ello, decisiones como la de Godoy Cruz (equipo que hubiera estado muy comprometido la próxima temporada) de rescindir con Mario Sciaqua a solo dos meses de asumir y contratar un entrenador con renombre en el ascenso pero sin experiencia en la máxima categoría, o la de Huracán de finalizar vínculo a más de once jugadores, no sorprenden.
Un problema que salió a la luz a partir de la pandemia fue la deuda de los clubes, tanto con su plantel como con otros equipos a quienes les compraron jugadores.
Los casos de Independiente (intimado por varios futbolistas), San Lorenzo (le debe dinero a Palestino por el pase de Paulo Díaz), Central (pases de haces más de tres años) y Newell’s (debe abonarle a O’Higgins por Cristian Insaurralde) en nuestra ciudad, ponen de manifiesto problemas económicos arrastrados de tiempo atrás que se acentuaron y profundizaran seguramente, ya que las economías de casi todos, salvo unas pocas excepciones, quedarán resentidas.
A partir de esto, muchos clubes, con motivo de sanear las cuentas, probablemente utilicen gran cantidad de juveniles cuando la pelota vuelva a rodar, quien sabe cuándo. Sin la asfixia de los promedios, puede ser una buena oportunidad para darle rodaje a las divisiones inferiores, en compañía de unos pocos jugadores de experiencia que marquen el rumbo.
En los representantes rosarinos, la posibilidad de poder ver a chicos como Jerónimo Cacciabue, Aníbal Moreno (si no son vendidos), Juan Sforza, Rodrigo Villagra, Joel López Pissano y Francesco Lo Celso (hermano menor de Gio) aparece como un atractivo interesante si efectivamente se decide apostar por los pibes.
Ambas dirigencias sostuvieron que son necesarias una o dos ventas para acomodar las cosas, e incluso sostener a algunas piezas claves, aunque la nueva modalidad de extensión de contratos semestrales por única circunstancia especial puede ayudar a esto último.
Respecto a la vuelta a las actividades, como se dijo no hay fecha confirmada aún, y nadie se atreve a arriesgar un escenario posible de retorno. Si bien es cierto que está la tentativa de poder retomar en septiembre/octubre, la realidad indica que falta mucho y no se sabe cómo se seguirá comportando el virus.
Además, la mayoría de los clubes pertenecen a la zona del AMBA, la mayor afectada por el Covid-19, y fue el propio presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, quien descartó la posibilidad de ir a jugar al interior del país, en provincias que tuvieron pocos o ningún caso.
Defensa y Justicia, Godoy Cruz, Talleres, entre otros, presentaron protocolos para volver a los entrenamientos, sin respuestas aún. El tema más polémico de la semana fue el de Deportivo Riestra, que rompió la cuarentena para entrenarse. El equipo que milita en la Primera Nacional espera sanción.
Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, estuvo hablando con el presidente Alberto Fernández, y sugirió que para la vuelta a la tarea profesional se requieren mínimo dos meses de entrenamiento. Será cuestión de esperar a ver si hay alguna definición al respecto. Por lo pronto, todo parece lejano e incierto.
Paulo Viglierchio
(Especial para RosariNoticias)
