En una entrevista Yan aseguró que realizó una investigación al comienzo de la pandemia que, de haber sido escuchada por sus superiores y por el Gobierno, se podrían haber salvado muchas vidas; y reveló que si continuaba en China tenía miedo de ir presa o de que “la hicieran desaparecer”.
La médica contó que sufrió una campaña de desprestigio a través de redes sociales para mantenerla callada. Además sostuvo que “su vida está en peligro” y que probablemente no pueda volver nunca a China, ni ver a su familia.
El FBI se hizo cargo de una investigación al respecto y ahora está escondida en algún lugar del país. "La razón por la que vine a Estados Unidos es para contar la verdad sobre el Covid-19", dijo a Fox News. Según su testimonio, China tenía la obligación de decirle al mundo lo que estaba pasando y no lo hicieron.