Estados Unidos sigue con un incremento vertiginoso de casos, ahora con más de 70.000 tras haber superado por primera vez los 60.000 el pasado 7 de julio, los 50.000 el 1 de julio y los 40.000 el 26 de junio, todo en menos de tres semanas.
Pese a que Florida, Texas y California son ahora los estados con más contagios, Nueva York se mantiene todavía como el estado más golpeado por la pandemia, con 404.006 casos confirmados y 32.427 fallecidos, reportó la agencia de noticias EFE.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.353 personas. A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 15.634 muertos, Massachusetts con 8.368 e Illinois con 7.427. Otros estados con un gran número de fallecidos son California con 7.298, Pensilvania con 6.957, Michigan con 6.330, Florida con 4.521 o Connecticut, con 4.380.
En cuanto a contagios, California es el segundo estado, por detrás de Nueva York, con 351.560, Florida el tercero con 301.810 y Texas el cuarto con 289.808. El balance provisional de fallecidos -137.235- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente Donald Trump rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará a octubre con unos 200.000 muertos.