El extitular de la unidad especial COVID-19 está bajo sospecha por exacción ilegal, incumplimiento de sus deberes y abuso de autoridad. Algunas de las pruebas en su contra se dieron a conocer el último viernes tras el allanamiento a su vivienda.
Previamente había negado su rol como supuesto informante para colaborar con una banda ligada a Ariel “Guille” Cantero, líder de “Los Monos”.
De acuerdo a la hipótesis del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Ponce Asahad y su empleado Nelson Ugolini tuvieron contactos con Leonardo Andrés Peiti, un hombre dedicado a los juegos de azar y también señalado como parte de la estructura delictiva montada Maximiliano “Cachete” Díaz.
El abogado de este último, por el contrario, asegura que es una víctima más de los aprietes mafiosos de esa organización.
En la audiencia programada para las 15.30 se espera la presentación detallada del resto de la evidencia conectada con el relato del empresario.
Días atrás, el fiscal general Jorge Baclini anticipó que hay filmaciones de los encuentros en los que se negociaba el pago de entre 3.000 y 5.000 dólares por protección de parte del funcionario del MPA y de su jefe Serjal.