En octubre de 2014, Franco de 21 años y oriundo de Florencia Varela (Buenos Aires), estaba en Rosario visitando a unos familiares. El último registro con vida fue su paso por la seccional 7 de policía. Veintitrés días después, su cuerpo fue rescatado de las aguas del Paraná.
La causa judicial tuvo varias irregularidades y gracias al reclamo de la familia Casco y de la Multisectorial contra la Violencia Institucional, logró el cambio de carátula por “Desaparición Forzada”.
Los concejales Norma López, Eduardo Toniolli y Alejandra Gómez Sáenz dijeron que: “Esperamos que esta presentación ante el MPA, constituya un acto de reparación a Ramón Casco -papá de Franco- y al resto de su familia, que aún siguen pidiendo #JusticiaPorFranco. No se equivocaba la entonces fiscal federal Mabel Colalongo cuando insistía en la investigación como desaparición de persona y sobre la responsabilidad policial. Vaya para ella un gran recuerdo”.
“Tampoco nos equivocábamos cuando señalábamos el silencio de la gestión de Lisfchtiz y Pullaro sobre las manifestaciones frente a Tribunales Federales de efectivos policiales en defensa de sus pares responsables del destino del joven, un silencio que habilitaba a seguir en las mismas acciones. El gobernador Omar Perotti se comprometió a desbaratar engranajes delictivos amparados por el Estado provincial. Es un buen comienzo”, concluyeron los ediles peronistas de Rosario.