Para el diputado provincial, Carlos Del Frade, el 30 por ciento de los edificios que se construyen en la ciudad están financiados con dinero sucio, de la venta de drogas. El excedente generado por el campo, fundamentalmente de la soja, no alcanza para explicar los miles de metros cuadrados que sumó la ciudad. El lavado de dinero proveniente del narcotráfico es otra de las causas.
“En Rosario hay 100 inmobiliarias truchas, que abren y cierran y empresas desarrolladoras con segundas y hasta terceras marcas que son las que reciben el dinero para blanquear”, dijo el diputado provincial.
Del Frade agregó que en la ciudad hay 80 mil departamentos vacíos. “La mayoría de ellos nuevos. Esos son los que se levantan con fondos espurios. Hay hombres y mujeres que prestan sus nombres para firmar los boletos de compra-venta, pero no son los dueños de los departamentos”, explicó.
Solo en los últimos tres años, en Rosario se volcaron 15 mil millones de pesos en nuevos desarrollos inmobiliarios.
