La iniciativa surge a raíz de la demanda de trabajadores y trabajadoras de la salud, que consiste en el abordaje de la salud integral, física y mental de este sector y de diversos estudios que han dado cuenta de los altos niveles de estrés que atraviesan quienes están en la primera línea de atención a la salud, en un contexto sin precedentes como es el ocasionado por la pandemia del Covid-19.
En el mes de mayo, el equipo de investigación GPS Salud, realizó un estudio para relevar y evaluar los efectos del COVID-19 en el personal de salud: de allí se desprende que constituyen un grupo de riesgo especial, ya que no solo sufren la ansiedad de cuidar a personas enfermas sino que muchas veces, enfrentan una grave falta de equipo de protección personal y protocolos hospitalarios que se modifican constantemente, y en muchos casos deben renunciar a la compañía de su familia por temor a ser fuente de contagios.
De 1500 agentes de salud encuestados, el 78 por ciento considera que el hecho de contar con un grupo de contención y apoyo psicológico podría contribuir a la mitigación de sus problemas y temores. En ese sentido, desde el Concejo piden que se pongan en funcionamiento dispositivos para acompañar al personal y garantizar bienestar no solo físico, sino emocional.