El único servicio asistencial público en Rosario de pacientes con consumo problemático de drogas especializado en reducción de daños corre riesgo de ser cerrado por la falta de pago a sus profesiones y de “continuidad de la política pública”, advirtieron sus responsables.
“En esta situación uno de los principales riegos es maximizar las vulnerabilidades” de los usuarios al no disponer del servicio de salud pública, dijo a Télam la doctora en Psicología Silvia Inchaurraga, titular del Centro de Estudios Avanzados en Drogadependencia y Sida (Ceads).
La profesional, que es la responsable de la ejecución del convenio entre la Universidad Nacional de Rosario y la provincia de Santa Fe mediante el cual se financia el Servicio Asistencial en Drogadependencias y Sida (Sadys), contó que los profesionales no perciben sus honorarios desde hace diez meses y el servicio corre riesgo de discontinuidad.
Por el atraso en los pagos, cinco miembros del servicio (cuatro psicólogos y un psiquiatra) renunciaron la semana pasada, resintiendo las posibilidades de atención cuya demanda se incrementó en el contexto de pandemia.
“No solo es la deuda, sino el panorama a futuro: no se sabe si hay continuidad de esta política pública”, dijo Inchaurraga sobre el Sadys.
