"Expreso con orgullo y satisfacción mi sincero desagravio a la memoria de estos héroes bolivianos", dijo la presidenta de facto Jeanine Áñez al iniciar el acto de conmemoración del 53 aniversario de la muerte del Che en referencia a los militares que lo mataron y a quienes fallecieron en esos enfrentamientos.
"La lección que dimos los bolivianos al mundo con la derrota y la muerte del Che Guevara en Bolivia es que la dictadura comunista aquí no tiene paso. Ni la comunista, ni la fascista, ni la populista, ninguna dictadura pasará ni echará raíces en esta nación (…) lo que jamás permitirá la tradición republicana del pueblo boliviano es la instalación de la tiranía", afirmó la dictadora que asumió el poder en una sesión del parlamento sin quorum luego que Evo Morales renunciara, denunciara un golpe de Estado y tuviera que abandonar el país.
Áñez encabezó un acto en la ciudad oriental de Santa Cruz, en el que los principales homenajeados fueron los exmilitares que combatieron en esa época la guerrilla en esa región, según la agencia de noticias rusa Sputnik.
El Che abandonó Cuba para ponerse al frente del movimiento guerrillero en el sudeste boliviano. Peleó durante siete meses hasta que fue herido y capturado el 8 de octubre de 1967 y ejecutado al día siguiente en una prisión improvisada en un caserío de la región, en la localidad de La Higuera, en el departamento de Santa Cruz.