El jefe del interbloque de Diputados de Juntos por el Cambio, Mario Negri, criticó el impuesto a las grandes fortunas que se propuso desde el Frente de Todos. Sostuvo que es «coercitivo» y que la propuesta del oficialismo «es populismo tributario para enamorar a la gente».
Este martes 17 de noviembre, el proyecto de Aporte Solidario y Extraordinario buscará su media sanción en la Cámara de Diputados en una sesión especial.
Según informó la Agencia NA, Negri calificó a la medida como «un impuesto de acá a la China».
El diputado ya había anticipado ayer que su bloque votará en contra del Aporte Solidario y Extraordinario y que éste no era un problema de «solidaridad». «Necesitamos inversión y menor presión tributaria. No es un problema de que aquellos que tienen más pongan más», explicó.
Este viernes, Negri explicó que se enteraron «anoche a las 22» sobre la sesión especial que convocó el Frente de Todos, cuyo interbloque en la cámara de Diputados es liderado por Máximo Kirchner. Desde el oficialismo, están convencidos de que van a obtener los votos para lograr la media sanción. «El número mágico de 129 votos se logrará superar», confió el diputado kirchnerista Carlos Heller.
Por su parte, Mario Negri criticó que no se haya planteado una línea de diálogo con la oposición para encarar el proyecto: «Nosotros planteamos la predisposición para discutir una reforma tributaria en serio».
Desde Juntos por el Cambio, creen que hay que pensar a la recaudación desde otra perspectiva. «No solo es ir sobre los bienes registrados. Las grandes fortunas en papeles están ocultas en paraísos fiscales», explicó Negri.
Por otro lado, el diputado cordobés también criticó a la invitación a un «gran acuerdo político» que hizo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner días atrás en una carta. «Hace años se necesita un acuerdo político, económico y social. La carta se la mandó al presidente (Alberto Fernández), que no convocó a nadie», deslizó Negri. Si bien considera que es necesario llegar a un «acuerdo político», el diputado desestimó el pedido de Cristina Kirchner y dijo que «no descubrió la pólvora».
