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Los trabajadores municipales finalizaron el año sin aumentos salariales cobrados

 


En general, el 2020 fue un mal año para los trabajadores. Se estima que la pandemia dejó sin empleo a casi dos millones de argentinos. Los trabajadores públicos, sin dudas contaron con una ventaja respecto a los privados, al poder conservar su empleo, claro que en la mayoría de los casos, sus ingresos mermaron considerablemente respecto a los términos inflacionarios. 

Toda la economía del país se resintió, y la mayoría de los incrementos salariales estuvieron por debajo de la inflación. Municipios y comunas no fueron la excepción, el pago de tributos  se resintió considerablemente y la gran mayoría de los recursos fueron a parar al área Salud, como la situación lo requería. 

La paritaria municipal fue suspendida sin fecha en el mes de marzo. Hasta el 2019, los empleados municipales de la provincia venían percibiendo ajustes por inflación, los cobraban varias meses después, producto que la medición del IPEC era posterior, pero seguían de cerca los incrementos inflacionarios. En el comienzo del año perdieron poder adquisitivo, recién sobre fines de noviembre se firmó la paritaria, que dispuso aumentos del 20%, con una inflación que se estima será superior al 35%. 

Además, el primer aumento fue otorgado a diciembre, del 18%, se cobrará en enero y el 2% restante en febrero. En Rosario en particular, los trabajadores aportan el 50% de sus incrementos salariales a la Caja de Jubilaciones y Pensiones, por lo tanto recibirán recién el mes próximo el 9% de aumento, otro tanto en febrero y recién en marzo llegarán a cobrar ese 20% otorgado en el año, que los dejará por lo menos 15 punto por debajo de la inflación, sin contar el probable 10% que se acumulará en enero, febrero y marzo. 

Durante octubre, noviembre y diciembre, recibieron un bono de cinco mil pesos, que en varios casos fue absorbido en parte por el impuesto a las Ganancias, que cerca del 30% de los municipales abonan mes a mes, el impuesto al salario que oficialismo y oposición siempre declaran injusto, pero nadie se anima a sacar. En muchos casos, los de menores ingresos, los 5 mil pesos fueron beneficiosos, pero en los sueldos más altos, no representan ni el 10% del salario. 

Sería deseable que en la medida que las finanzas públicas comiencen a recuperarse, se tenga en cuenta que los municipales provinciales perdieron este año cerca el 20% de su poder adquisitivo. El mecanismo de la cláusula gatillo fue dejado de lado, se había quedado en proponer uno mejor, pero todo quedó en la nada por la pandemia. 




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