La Municipalidad resolvió mantener un tiempo de gracia para que los locales gastronómicos puedan limpiar y cerrar al final de cada jornada. Tal como ocurrió con las restricciones que se implementaron entre septiembre y octubre, se vuelven a generar complicaciones legales para salir a comer. El esquema normativa actual prohíbe circular a partir de las 0.30 del día siguiente entre domingos y jueves.
A partir de esta referencia, a los comerciantes se les permite recibir clientes hasta esa misma hora, de modo que deberán bajar la persiana por completo a la 1.30.
De esta manera, se reedita el problema de la vuelta a casa cuando se hace tarde. Por ejemplo, si alguien usa su vehículo particular para ir a tomar algo a las 23, puede hacerlo sin inconvenientes. Si regresa de la misma forma en el horario de madrugada en que rige la restricción sanitaria, en cambio, estará cometiendo una infracción.
Voceros de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario (Aehgar) aclararon que el margen para cerrar es más acotado las noches de fin de semana. Tanto los viernes como sábados y vísperas de feriado, los clientes podrán entrar hasta la 1.30 y los bares deberán dejar de funcionar a las 2 de la mañana.
