La secretaria de control y convivencia, Carolina Labayru, informó que el pasado fin de semana se dieron dos hechos sobresalientes en este sentido.
“Arrancamos el sábado a la madrugada con una fiesta clandestina en Olegario Andrade al 1900 (un club), cuando llegamos al lugar habia unas 350 personas”, destacó.
Al llegar con la policía (sabían de antemano que pasaba en el lugar) “se hizo la consulta con el fiscal, dio la orden de detener a las 10 personas que estaban apuntadas como organizadoras y se secuestró la ticketera (era una actividad comercial no permitida), los equipos y las bebidas”.
Otra fiesta clandestina terminó con un procedimiento policial. “Cuando llegamos al lugar, en Camilo Aldao al 1700; comenzaron a escucharse detonaciones de armas de fuego para amedrentar a los agentes”, dijo la funcionaria.
“Llamamos a la policía y se detuvo a 5 personas, además de secuestrar dos armas de fuego”, explicó.
Carolina Labayru dijo en ese sentido que notan “una mayor resistencia en los barrios frente a los operativos” y recordó que los agentes van al lugar con un Handy y un talonario, no tienen armas. Así y todo, algunas veces los han recibido con botellazos.
