"Abrir una investigación penal (con lo que eso significa, esto es, la posibilidad de poner en peligro la tranquilidad, la imagen pública, la honorabilidad, la intimidad y demás derechos y garantías del justiciable), convertiría al juez en un instrumento puesto al servicio de personas que actúan valiéndose de otros y que procuran fines ajenos -posiblemente de tipo mediático o político- a la administración de Justicia, que en ningún caso se puede tolerar", precisó el magistrado.
FUENTE BAE