Según fuentes oficiales, ya están trabajando en la zona el Guardacosta 78 Madryn de la Prefectura, cuyos 10 tripulantes se ocuparían del balizamiento de los límites del siniestro, primer paso antes de sacar el avión, y tres buzos tácticos cuya función será rastrear los alrededores en busca de Matías Aristi, hijo del dueño de la empresa Aibal SA, propietaria de la avioneta, y de los pilotos, Matías Ronzano y Emanuel Vega.
Dadas las características de las región y por las condiciones en las que fue hallado el avión, se espera que el operativo demande desde varias horas hasta incluso días. Una vez desenterrada la nave será trasladada hasta el predio que determine la Justicia para comenzar con los peritajes. Juan Irigoin, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), aseguró que los restos están en una zona de "muy difícil acceso".