Luego de cerrar filas dentro del interbloque de Cambiemos de la cámara baja, para así acallar las disidencias internas que surgieron en la previa a la discusión del proyecto que ya cuenta con media sanción del Senado y plantea una actualización trimestral de las jubilaciones medida en un 70% por la inflación y en un 30% por el RIPTE (aumento de los salarios), en el oficialismo apuestan a que la iniciativa pueda ser aprobada durante las sesiones extraordinarias.
Al acalorado debate de ayer en comisión en la cámara baja, se suman las críticas de la oposición -Cristina Kirchner dijo que con esta reforma “el gobierno cumple con el FMI”-, de organizaciones sociales y de hasta curas villeros.