Es que mientras prepara la disolución de la firma que actualmente opera únicamente el Prode y el juego ‘La Grande de la Nacional’, luego de que el año pasado se concretara la transferencia de un conjunto de juegos (Loto, La Quiniela, La Solideria, entre otros) a la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires, ayer despidió áreas completas en una jornada de brutal ajuste. Fueron en total 160 cesantías, en un universo de trabajadores que hace dos años mantiene un nivel de incertidumbre absoluto.
La normativa publicada a principio de febrero había determinado que el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley, sea el organismo responsable de designar un interventor liquidador, que tenga a su cargo “la realización de los actos de disolución y liquidación”.
El “liquidador” tendrá las herramientas legales para llevar adelante reorganizaciones vinculadas a la fuerza laboral que se encuentra en Lotería Nacional, había advertido el decreto y ayer se el interventor le hizo honor al título de “liquidador”.
Según explicaba la publicación oficial, para justificar el cierre, la Lotería Nacional “ejerce funciones de dirección, regulación, administración, explotación, control y fiscalización de los juegos de azar en todo el territorio nacional”, por lo que el Ministerio de Desarrollo Social procedería a evaluar la viabilidad funcional y operativa de la Lotería Nacional “a los fines de resolver su continuidad”.