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Pichetto usurpa un cargo clave en el Consejo de la Magistratura que se niega a abandonar


La postulación de Miguel Ángel Pichetto para acompañar a Mauricio Macri sin dudas tiene varias aristas para analizar. La primera de ellas es que el senador rionegrino no le aporta votos a la fórmula presidencial y eso es conocido por el propio Gobierno, pero trae algunos beneficios adicionales que ponderan, entre alguno de ellos su voto dentro del Consejo de la Magistratura, clave para garantizar el freno a investigaciones que podrían complicar seriamente al oficialismo de cara a las elecciones.

A esta altura del los acontecimientos, nadie ignora que la causa de Dolores que conduce el juez Ramos Padilla desvela al macrismo. No solo porque desnuda una red de espionaje y corrupción que lo salpica directamente, o lo hace con aliadas estratégicas como Carrió, Olivetto y Zuvic, sino que le estalló en la cara al fiscal Stornelli, a cargo de la causa Cuadernos y otras tantas que implican tener contra las cuerdas de Comodoro Py a Cristina Fernández, la principal líder de la oposición.

El diagrama judicial de las causas contra CFK coincide plenamente con el cronograma electoral, la expone a tener que estar más atenta a su estrategia de defensa que a ocuparse en plenitud de la campaña electoral y por eso quizás también decidió declinar su candidatura a la primera magistratura, delegando en Alberto Fernández la responsabilidad de enfrentar el Gobierno.

Pichetto pegó el portazo ayer y se fue del bloque mayoritario que presidía en el Senado de la Nación. Es más, hoy participó de la reunión de Gabinete de Mauricio Macri y hasta dejó su oficina en la cámara alta, que fue desalojada. Pero se quedó con dos llaves jurídicas. La de su voto en el Consejo de la Magistratura, donde es en teoría representante de un bloque mayoritario al cual ya no pertenece, y es as en la manga que podría empujar a la ex mandataria al desafuero y la cárcel.

Si bien ni bien asumió se mostró apurado por aclarar que seguía apegado a sus convicciones, pensando que las prisiones preventivas debían usarse en ocasiones muy especiales y que el desafuero de legisladores para su encarcelamiento no correspondía, sabido es que hasta hace una semana formaba parte de un frente electoral que enfrentaría al Gobierno y hoy forma parte de él.

El mismísimo Gobierno al que ahora pertenece acusa al kirchnerismo de no ser un movimiento político apegado a la ley, de querer apartarse del Estado de Derecho, de atentar incluso contra la democracia, pero está vulnerando una representatividad que no le corresponde, la ley es clara, y ese lugar le corresponde al bloque mayoritario del Senado, que a partir del martes será uno integrado por sus ex compañeros y la ex presidenta. Su respuesta fue "que vayan a la Justicia". ¿A cual?. ¿Son acaso independientes los jueces? Los tiempos judiciales definirían la cuestión para dentro de una década, cuando Pichetto de mínima ya haya pasado a la historia o a mejor vida.

La manipulación de la Justicia es moneda corriente en estos momento de la política, Comodoro Py se ha convertido en la principal tribuna electoral, con jueces adeptos al poder político, que no dudan en cargarse la mismísima ley y la jurisprudencia para conseguir sus fines políticos dictados desde el Ejecutivo de turno, este y aquel.

"Es muy grave que Macri y dirigentes de Cambiemos hablen con tanta liviandad de autoritarismo y totalitarismo delictual. Lo que está en juego no es el régimen político sino la elección de un nuevo gobierno. La democracia es un conquista de todos los argentinos y es para siempre", señaló hoy el diputado Felipe Solá.

Los defensores de la República y las instituciones deben reflexionar, apegarse a la ley y respetar las reglas de juego. El desprestigio del ocasional adversario hasta su destrucción definitiva no conlleva a nada, atenta contra el sistema y pone bajo la lupa a la mismísima política. Cambiemos acusa al kirchenrismo de quedarse con lo ajeno y actitudes delictivas que no debería repetir, si se precia de ser distinto.

"Pichetto es un hombre de Estado", señaló el presidente Macri al justificar su elección. Debería obrar como tal y dejar su lugar al bloque mayoritario de la Cámara de Senadores, como lo dispone la ley. Lo otro, roza lo delictual y no sería un buen comienzo de lo que podría venir o por el contrario marcaría un triste final para una extensa carrera legislativa.

Fernando Viglierchio

(Especial para RosariNoticias)




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