La nueva normativa fue adoptada por el flamante jefe de la PSA, José Glinski, quien aseguró en declaraciones a Télam que “la medida tiene como objetivo proteger la vida de los policías y de sus familias” y “reestablecer las funciones que le dieron origen y especificidad a la fuerza”.
Desde su creación, la PSA era la única fuerza de seguridad federal cuyos efectivos no tenían la obligatoriedad de portar armas fuera de servicio, a diferencia de los miembros de la Policía Federal Argentina, de la Gendarmería Nacional y de la Prefectura Naval Argentina.
Sin embargo, en marzo del año pasado, la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, decidió modificar el protocolo fundacional de la fuerza y ordenó a todos los agentes que porten sus armas las 24 horas.