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El Gobierno de China ha tomado una drástica decisión con respecto a la epidemia de coronavirus que está sufriendo, y que ya se ha cobrado la vida de 304 personas, y suma un total de 14.380 infectados aproximadamente.
La Comisión Nacional de Salud de China indica que los cadáveres de las víctimas del coronavirus deben ser incinerados y aseguran que “el entierro no es una opción viable”. Han quedado prohibidos los funerales como medida para evitar focos infecciosos. El Gobierno ha sacado un comunicado oficial para explicar el procedimiento a tomar.
“Después de que los restos fueron entregados a la funeraria, la funeraria establece un tiempo determinado, y el personal de tiempo completo de la funeraria enviará los restos directamente a un horno de cremación especial para realizar el acto. Los restos no deben almacenarse ni visitarse, y está estrictamente prohibido abrir la bolsa de restos sellados durante todo el proceso”, indica el crudo comunicado.
