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"Estoy convencido de que son presos políticos, porque me parece que ejemplifica la persecución basada en su posicionamiento político y dirigido al encarcelamiento con el objetivo de destruir a la oposición o castigarla", afirmó el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra.
"Antes se hacia de una manera mucho mas brutal, quedaban a disposición del Poder Ejecutivo. Hoy hay quien puede discutirlo pues no hay dictadura, no están a disposición del Poder Ejecutivo, pero sí de jueces", explicó Ibarra sobre los nuevos métodos de la derecha para tomar el poder de manera ilegítima.
Agregó además que "cambiaron los tiempos, antes se daban golpes de Estado y salían los militares a la calle, ahora son golpes institucionalizados, con juicios amañados como el de Dilma y Lugo. No nos quedamos en la década del 70, mejoraron el método, los hicieron mas sutiles".
Respecto del debate en torno a la denominación de quienes aún se encuentran encarcelades, Ibarra aseveró: "No tiene sentido esa discusión, abre una grieta entre los presos políticos y presos arbitrarios. Lo que hay que decir es que hacemos frente a estas detenciones arbitrarias, frente a estos perseguidos políticos, con el nombre que sea".
"A mi me preocuparía si hubiera alguien que dice que están justamente presos, porque sería una grieta insalvable", remarcó el ex jefe de gobierno. "Un golpe institucional es un golpe igual, pues sacás a un gobierno por la ventana, como con Evo Morales", ejemplificó.
Asimismo, se refirió a la gestión de la Justicia durante el último gobierno: "El manejo de los arrepentidos y el uso de la figura de la asociación ilícita es escandaloso. Si la Ley dice que tiene que estar en soporte técnico la negociación con el arrepentido para poder comprobarse en el futuro, y no está, es nulo".
A su vez, explicó la invalidez jurídica de estas pruebas: "Todas las causas que tienen su matriz en un arrepentido, van a caer, porque nacieron ilegítimamente, está escrito y no hay que ser un gran jurista para saber esto".
"No puede ser que Milagro Sala tenga cuatro años presa sin condena firme, debería ser ley que nadie puede estar preso sin condena firme. En un proceso, además, donde a Vandenbroele lo compraron con plata para un hotel; al testigo que declaró contra Milagro lo compran con un cargo en la gobernación, quien mintió y luego se comprobó", relató Ibarra sobre el caso de Milagro Sala. "Hay elementos para que en el marco de la justicia se ordene esto, tiene que estar la decisión política", cerró.
