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Además, realizó un máster sobre manejo de políticas públicas en Georgetown. Antes de asumir como secretaria, se desempeñó como investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Argentina (Conicet), fue docente y consultora especializada en políticas de género.
Actualmente, se encuentra viviendo el desafío de encabezar esta nueva Secretaría. Para la funcionaria, la denominación de la Secretaría como de Género y Derechos Humanos no es menor precisamente porque traduce la idea desde donde trabajan los derechos de las mujeres.
"Estamos pensando en abordar las problemáticas que sufrimos las mujeres y otros colectivos discriminados como los de diversidad sexual, desde una perspectiva de titularidad, desde el ejercicio de esos derechos y de la obligación del Estado de velar por el efectivo acceso a esos derechos. No es lo mismo trabajar las cuestiones de género desde una secretaría que se aborda desde esta perspectiva que trabajarlo desde otras perspectivas posibles que podrían ser quizás más asistenciales", señala.
Y agrega que por supuesto no significa que la Secretaría no aborde políticas de asistencia, que son fundamentales si se piensa en problemáticas gravísimas como es la violencia de género pero que también es importante poner esa asistencia en un contexto de políticas que tienen que ver con la prevención de esas violencias.
"Estas violencias son las que el Estado debe hacer el máximo esfuerzo posible para prevenirlas, para anticiparnos a eso y en la medida de lo posible evitarlas. Y para también restituir los derechos de esas mujeres que han sido vulnerados. Esa es la idea que traduce una Secretaría de Género y Derechos Humanos", mencionó.
"Cuando pensamos en políticas de género normalmente pensamos desde una doble mirada. Hay políticas que tienen que ver justamente con derechos de las mujeres, como la violencia, es muy obvio que una Secretaría de Género y Derechos Humanos va a trabajar en políticas contra la violencia y contra la discriminación. Pero la perspectiva de género nos hace ver que el conjunto de las políticas públicas tiene consecuencias diferenciales para mujeres y para varones, y cuando digo mujeres no me refiero solamente a quienes nacimos mujeres sino a quienes se perciben mujeres", dijo.
Y señaló ejemplos concretos, como es el caso del programa Precios Justos, que se relanzó el pasado 4 de febrero sumando productos de gestión menstrual.
"No es lo mismo pensar en una canasta que contemple que las mujeres en cierta franja de edad, consumimos todo el año productos de gestión menstrual y que implican un gasto que no podemos dejar de tener, salvo que pongamos en riesgo nuestra salud o que tengamos problemas como faltar a la escuela si no podemos acceder a ellos. Si no tenemos esa mirada de género, quizás esa necesidad de incorporar esos productos específicos se nos pasa. La mirada de género nos alerta de que hay necesidades diferenciales y que hay que atenderlas", sostuvo.
Otro ejemplo concreto que mencionó es el de las políticas relacionadas a la movilidad urbana. "Hay una serie de asuntos que tienen que ver con las mujeres como la seguridad a los que las políticas de transporte afectan. En este momento, en Rosario, tenemos una planificación con la Secretaría de Movilidad para abordar y poder tener un diagnóstico de cuáles son las necesidades que tienen las mujeres a la hora de moverse por la ciudad, y a partir de eso poder implementar ciertas medidas que garanticen la mayor seguridad cuando se mueven utilizando las distintas formas de transporte público o incluso caminando", contó.
En este sentido, para la secretaria, la perspectiva transversal es fundamental ya que hace ver un conjunto de políticas en las que si la mirada de género no está presente se pueden cometer omisiones que terminen considerando a las personas de manera indiferenciada y no dando cuenta de las necesidades específicas o de los derechos que podrían ser vulnerados si no se atienden desde esta mirada explícita. Por este motivo, retoma la importancia de que el municipio posea un área de género y que tenga rango de secretaría.
"Es importante no solamente por una cuestión formal, sino que tener rango de secretaría sin dudas expresa una prioridad política y eso es un mensaje muy importante hacia el propio gobierno y hacia la sociedad. Pero también la posibilidad de participar como secretaría de las reuniones de gabinete donde se discuten las políticas de todas las áreas también es un mecanismo fundamental para poder realizar esta tarea de transversalización y de incorporación de la perspectiva de género en el conjunto del accionar del departamento ejecutivo de la municipalidad", expresó.
Este viernes 6 de marzo se presentó, en el Centro Municipal Distrito Sur Rosa Ziperovich, el Programa de Formación Obligatoria en Género de la Municipalidad de Rosario 2020-2023 (PROFOG). Desde la Secretaría, menciona Caminotti, entre las primeras políticas que les parece fundamental priorizar es justamente el cumplimiento de la Ley Micaela.
"La Ley Micaela es una ley nacional que tiene adhesión provincial y hay una ordenanza municipal de adhesión también, que plantea la obligación -esto es importante porque no es voluntario- de todo el personal del Estado, de todas las áreas, todos los niveles y todos los poderes públicos, de capacitarse en perspectiva de género y en prevención y atención de las violencias. Hoy tenemos en nuestro país una situación de violencia de género muy grave y muy dramática. La violencia de género es un flagelo que coarta la vida de las mujeres, y detrás de esas mujeres de muchísimos niños y niñas que padecen a diario esas situaciones dramáticas", explicó.
Y agregó: "Como Estado, el desafío que tenemos no es solamente dar respuesta desde un área específica que puede ser el Área de Atención de la Violencia de Género a las mujeres que se acercan porque han padecido esa situación o a una víctima que intenta obtener una respuesta del Estado, sino que el conjunto del Estado tiene que estar alerta para prevenir esas situaciones, para poder detectarlas, y también para no revictimizar".
Según Caminotti, muchas veces lo que ocurre es que cuando una mujer ingresa a un servicio público y no se encuentra con personal capacitado en estas temáticas, tiene que vivir una especie de odisea, construir una ruta porque no tiene orientación fehaciente, o porque los servicios no saben cómo abordarlo y entonces terminan haciéndole relatar su experiencia innumerables veces.
"Esta situación es una clara revictimización de una persona que está en una situación de extrema vulnerabilidad, porque la violencia nos coloca en esta situación y muchísimas veces con alto riesgo de vida. Entonces la formación del personal estatal en todas las áreas es una necesidad crucial para poder dar una respuesta efectiva e integral a esta problemática que hoy está en alerta roja en nuestro país. Hay informes recientes que hablan de un femicidio cada 23 horas en Argentina, lo cual nos tienen que poner en un lugar de alerta extrema", sostuvo.
Es en ese sentido que el municipio lanzó el Programa Permanente y Obligatorio de Formación en Violencia de Género 2020-2023.
"No porque tenga que terminar en 2023 sino porque le estamos dando un marco de primera edición a este programa, donde vamos a combinar dos tipos de formación. Una básica, general y estandarizada sobre perspectiva de género, derechos de las mujeres, violencias y no discriminación. Muchos de los poderes públicos en este momento están haciendo sensibilizaciones y capacitaciones que abordan esto. Pero además de eso, que consideramos que es importante porque es un primer paso necesario, estamos diseñando un dispositivo de formación para el personal que sea sostenido en el tiempo, que tenga una bajada muy práctica. Estamos pensando en cursos teórico-prácticos que duren una serie de meses donde el personal tenga continuidad en esa formación, se pueda capacitar más allá de sensibilizarse, y pueda reflexionar a partir de esa formación y durante esa formación, sobre sus propias prácticas laborales", explicó.
Para la funcionaria, el objetivo de esta formación es sólo tener personas que están más alertas a la problemática sino que tengan herramientas concretas, que puedan transformar sus formas de trabajo y tener conocimientos y capacidad de implementar decisiones y acciones que permita que las mujeres no tengan barreras de acceso a los servicios públicos, que no sean revictimizadas ni tengan dificultades para acceder a todo lo que se le puede ofrecer desde el Estado para poder restituir sus derechos vulnerados.
"Es un esfuerzo grande que vamos a hacer desde la Municipalidad que nos parece crucial. Vamos a comenzar este año haciendo un diagnóstico con el conjunto de las secretarías en una mesa intersectorial para poder evaluar cuáles son las áreas más críticas por donde empezar. Es muy probable que lo trabajemos descentralizadamente, que lo organicemos por distrito uniendo personal de diferentes secretarías que trabajan en un mismo territorio, a efectos de además poder fortalecer las redes locales. El Estado también trabaja en red, entonces trabajar con las personas que están en el mismo territorio sobre esta problemática, creo que es una manera más certera de poder llegar con esta formación y que no sea algo simplemente bajado desde arriba sino que se pueda construir desde abajo, con las necesidades que tiene cada servicio en cada territorio", analizó.
Por otro lado, cabe destacar que se cuenta con el apoyo de la Universidad Nacional de Rosario, que va a acompañar tanto en el diseño de estos módulos de formación como en el monitoreo y la evaluación. "Queremos que sea un programa que nos permita no solamente decir que formamos a tal cantidad de personas sino además poder evaluarlo y saber con qué eficacia lo estamos haciendo y qué tenemos que ajustar para que tenga los resultado óptimos que queremos tener", finalizó.
