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Según confirmaron fuentes del Ministerio del Interior que dirige Eduardo Wado de Pedro, en uno de los operativos se encontraron con 90 personas que habían ingresado al país hace unos días y se negaban a cumplir la cuarentena exigida por decreto presidencial. De inmediato, se los subió a micros y se los deportó a sus respectivos países.
En tanto, en el aeropuerto de Internacional de Ezeiza hubo un total de 180 extranjeros que se disponían a ingresar a la Argentina pero que al negarse a cumplir con la cuarentena también fueron deportados.
Todos estos 180 casos eran extranjeros que provenían de países afectados por la pandemia y que el decreto presidencial firmado esta semana exigía obligatoriedad de régimen de cuarentena tanto para argentinos o extranjeros que provengan de esas zonas. Estos es: China, Corea del Sur, Japón, Irán, Estados Unidos y todos los países de Europa.
En algunos casos de “deportaciones acordadas”, como las denominaron informalmente en el Gobierno, se trata de personas que ingresaron a la Argentina en los últimos 14 días y que seguían circulando por las calles sin cumplir con las disposiciones sanitarias dispuestas tanto por la Organización Mundial de la Salud como por el gobierno nacional.
“Los operativos que se hicieron hasta ahora se llevaron adelante en más de 70 hoteles de todo el país y en la mayor parte de los establecimientos hubo buena recepción de la gente y de los dueños de hoteles. Pero siempre aparecen casos en que se incumple con la ley y hay que actuar”, explicó un funcionario del Gobierno.
De esta manera, explicaron que en el único hotel donde encontraron mayores resistencias los funcionarios de Migraciones fue en el Sheraton de Buenos Aires donde se retaceaba información.
En total, se encontraron con muchas personas que por voluntad propia ya cumplían cuarentena aunque hubo 90 que no quisieron hacer efectiva la normativa y se los regresó a su país.
Los operativos en Ezeiza también se llevaron adelante con pasajeros que venían de países en zonas de riesgo (Europa, Asia o Estados Unidos). Allí se registró 180 pasajeros que al negarse a cumplir la cuarentena se los dispuso en unas salas especiales aisladas y se esperó el vuelo de regreso a sus países.
