El gobierno de Donald Trump informó ayer que no participará del esfuerzo global para desarrollar, fabricar y distribuir una vacuna contra el coronavirus. Afirman que la iniciativa es dirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que calificó de “corrupta”. La negativa de Estados Unidos comenzó anunciando el congelamiento de fondos e inició la retirada formal de éste, prevista para mediados de 2021.
Desde la potencia del norte consideran que la OMS gestionó mal y encubrió la propagación del Covid-19. “Estados Unidos continuará involucrando a nuestros socios internacionales para asegurar que derrotamos este virus, pero no nos veremos limitados por organizaciones multilaterales influenciadas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y China”, sostuvo Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca, sobre la participación de la potencia mundial en la plataforma Covid-19 Vaccines Global Access (Covax).
Más de 170 países están en tratativas para ser parte de la iniciativa codirigida por la OMS, la Coalición para las Innovaciones y Preparación para Epidemias y la Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización (Gavi).
El objetivo de Covax es desalentar el acaparamiento de una vacuna en el país que primero la consiga, y así enfocar los esfuerzos en priorizar a las personas de alto riesgo en todo el mundo una vez que se obtenga.
Estados Unidos estaría apostando por acuerdos bilaterales con compañías farmacéuticas en vez de ser parte de la iniciativa global. Pero la OMS defiende que se pueden hacer las dos cosas a la vez.
La ofensiva de Trump contra la OMS surge porque considera que ha obrado en interés de China y tiene que “rendir cuentas” por ello.
