El Gobierno argentino formalizó hoy su salida del Grupo de Lima por profundas diferencias al rol que este espacio adquirió en el plano internacional durante los últimos años. Desde el principio del gobierno de Alberto Fernández se había optado por mantenerse en disidencia para evitar roces con el gobierno de Estados Unidos.
Este foro fue creado para girar alrededor de la estrategia de Estados Unidos y los países de la región con el fin de ejercer presión sobre Nicolás Maduro luego de la autoproclamación de Juan Guaidó como "presidente encargado" en enero de 2019.
El ex presidente Macri reconoció a Guaidó y adoptó ese espacio sin demasiados reparos pero Alberto quedó tironeado entre quienes tiene una mirada más contemplativa con el gobierno venezolano y lo victimizan por las sanciones que Washington ejerce hace años afectando su economía y aquellos que sostienen que no es conveniente quedar pegado con un gobierno denunciado por violar los Derechos Humanos.
El motivo principal del alejamiento se produce ante la insistencia del Grupo de Lima de intentar aislar a Venezuela y a sus representantes que, según Cancillería "no han conducido a nada".
