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Se reducirá el déficit comercial a partir de marzo

El impacto del nuevo tipo de cambio se notará hacia marzo. Aseguran que la suba de tasas en pesos servirá para desalentar el consumo de bienes importados en favor del ahorro en moneda nacional. Proponen, además, recuperar el mercado de trigo.

La relación comercial con Brasil, principal socio, es uno de los pilares de la economía de la Argentina. Se trata de su principal socio comercial y el destinatario privilegiado de las exportaciones de productos nacionales.

En los últimos días se conocieron los datos de comercio exterior para el mes de enero difundidos por el Ministerio de Desarrollo Industria y Comercio Exterior de Brasil cuyos resultados arrojaron números que llaman la atención. 

En primer lugar porque se agravó el déficit comercial global que ese país registró durante el mes de enero de 2013 pero, contradictoriamente, se incrementó en un 84% el superávit que ostenta con nuestro país.

Esta situación plantea el interrogante acerca de los motivos que explican porque un país cuyos términos de intercambio internacional lo colocan como recepetor de mercancías a nivel internacional, por el contrario, lo consagran como vendedor superavitario con su vecino. Sobre todo, importa analizar cuáles fueron los motivos y, de ser posible, como revertir la situación. 

Dante Sica, economista jefe de abeceb.com, le restó dramatismo a la situación al plantear que "a uno le gustaría tener superávit con todos los países, pero eso es imposible. Lo que importa es el saldo general de la balanza comercial". 

Según Héctor Valle, economista de FIDE, "La política cambiaria puede ayudar, pero no es suficiente. No soy muy optimista porque Brasil tiene problemas de crecimiento y no va a resignar ninguna posibilidad de obtener superávit externo." Según el economista de FIDE el déficit se explica por diferentes factores: "La tendencia de los últimos años es favorable a Brasil incluso con su moneda apreciada.

Pero además, en enero, Brasil venía de un período de depreciación de su moneda bastante sensible. Es probable que la nueva relación cambiaria revierta parcialmente la situación y sea algo que se verifique recién en las próximas semanas". 

De todas maneras, explicó que "uno de los factores clave es exógeno a las decisiones de política económica interna porque depende de las decisiones de empresas multinacionales como por ejemplo las localizaciones automotrices. Amerita una discusión razonable en el Mercosur porque es una situación estructural que consolida un desequilibrio en detrimento de la Argentina.

Además, Argentina está en una etapa de retención de exportación agropecuaria en el caso del trigo que no es un problema menor," concluyó.  Según Andrés Mendez de la consultora AMF especializada en intercambio comercial "los términos de intercambio bilaterales mejoraron con la devaluación pero todavía están por debajo del promedio de la última década. De todas formas el impacto se va a verificar entre marzo y abril".  

Para Sica, "Brasil tiene una industria mucho más competitiva que la Argentina, sobre todo por su escala y su inversión. Lo que le falta es entrada a los grandes mercados. En ese carácter es un gran importador de insumos, piezas y bienes de capital que explican ese déficit que sufre. Además, tuvo un período de apreciación del tipo de cambio que disparó el poder de compra y el consumo.

El déficit de Argentina se explica porque, desde la salida de la convertibilidad, la Argentina remplazó otros proveedores de bienes industriales por Brasil. Argentina era superavitaria a pesar de esa situación. Eso era porque eramos muy superavitarios en granos (todo el saldo exportador lo vendíamos allí) y en energía que también le exportábamos. Hoy eso cambió. No exportamos trigo ni energía."

Consultado sobre el impacto del nuevo tipo de cambio el economista de abeceb opinó que "la devaluación solo mejora la rentabilidad sectorial. El comercio bilateral responde más a señales de demanda que de precios. Nos cuesta mucho entrar, Brasil todavía tiene algunas medidas que consolidan una economía cerrada. Lo que hay que hacer es recuperar el superávit donde lo teníamos. Es más rápido y fácil recuperar el trigo. Para eso necesitamos volver a una producción de 16 millones de toneladas.

En segundo lugar la energía pero primero hay que recuperar el autoabastecimiento. Hay que aumentar la competitividad local para lograr más sustituciones y aumentar las exportaciones a Brasil. Hay que empezar a discutir normas. Por ejemplo, en el sector medicamentos se podría lograr mucho. Brasil es un gran consumidor de industria naval. Argentina podría armar buques para exportación. Son cuestiones de mediano plazo que permitirían, al menos, reducir el déficit", propuso.

Méndez apuntó que "un dato que llama la atención es que, según ADEFA, la Argentina disminuyó sus exportaciones de autos a Brasil pero, según los datos del país vecino, sus importaciones se mantuvieron estables. Eso indica que le están comprando a otro competidor regional.

Lo que hay que lograr es que el mercado no remplace con productos importados las dificultades para comprar dólares. Una forma es dejando subir los precios, la otra es, como se está haciendo, con tasas de interés en pesos atractivas que fomenten el ahorro en moneda nacional", razonó. En última instancia, concluyó, "el riesgo es que si el mundo se complica el real se va a devaluar. Si el mundo se pone más diáfano es probable que se aprecie y eso nos va a favorecer".



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