Una mujer, de 58 años, se encontraba muy sola, por lo que optó por pedir ayuda al 911, para pedir que un policía "sexy" acudiera a socorrerla.
Sin embargo, no estaba siendo asaltada ni tampoco había sufrido un accidente, por lo que su jugada le salió mal y terminó tras las rejas de una prisión en Florida, por dar mal uso al servicio de emergencias.
La historia comenzó el viernes, después de la seis de la tarde, cuando usó por primera vez el famoso número. “No hay una emergencia”, aclaró a la operadora y le contó un problema con su hijastro, a quien le reclamaba un viejo Corvette.
El oficial Justin Davoult se acercó a la casa de la señora para resolver lo que parecía una disputa familiar menor. Sin embargo, se encontró con una mujer, pasada de copas, que reclamaba un poco de atención luego de años de no tener relaciones sexuales. Sorpresivamente, María se avalanzó sobre el oficial, lo tomó por los brazos, trató de acariciarle le pecho y le pidió tener sexo con ella.

