La Selección empató sin goles en su última prueba antes de que Alejandro Sabella entregue la lista para el Mundial. Con todas sus figuras, la Albiceleste no tuvo un buen rendimiento y volvió a dejar dudas a 99 días del inicio de la Copa del Mundo en Brasil. La actuación de Lionel Messi fue de menor a mayor, aunque lejos de su plenitud.
La Albiceleste salió a la cancha con la novedad del ingreso de José Basanta por Ezequiel Garay, a raíz de una entorsis de tobillo. El resto fue el equipo que Alejandro Sabella tendría ya decidido para el debut en el Mundial, el 15 de junio frente a Bosnia Herzegovina en el Maracaná.
Lo demostrado en el Estadio Nacional de Bucarest estuvo muy lejos de lo esperado, más que nada a falta de 99 días para el debut en la Copa del Mundo. Otra vez hubo dudas en defensa, poca movilidad en el traslado de la pelota y escasa explosión en ataque para el potencial que se posee.
Lo único de la etapa inicial fueron dos apariciones por derecha de Gonzalo Higuaín: la primera la tapó el arquero y en la otra lo trabaron justo a Sergio Agüero. El Kun tuvo la más clara tras una gran acción individual, pero el guardameta se quedó con la definición del delantero.
El dueño de casa, que no se clasificó al Mundial por haber caído en el repechaje con Grecia, pudo abrir el marcador con un cabezazo de Ciprian Marica que Sergio Romero salvó al corner. Además, el árbitro italiano Gianluca Rocchi le anuló un gol a Rumania por posición adelantada.
La actuación de Lionel Messi fue de menor a mayor, con un primer capítulo muy flojo y una segunda parte bastante mejor aunque lejos de su nivel. Su mejor intervención en aquellos 45 minutos iniciales fue una asistencia de primera a Ángel Di María, quien falló en la definición.
En el complemento, Argentina subió la producción y contó con situaciones claras para marcar. El problema fue la falta de definición, que Ciprian T?t?ru?anu se convirtió en figura y que a Agüero le sacaron en la línea una chance inmejorable, luego de haber eludido al arquero.
La más increíble fue una tapada del guardameta tras un disparo del ingresado Ezequiel Lavezzi, cuando parecía que la pelota entraba al arco. También perdieron sus oportunidades en acciones similares Rodrigo Palacio -otro de los que entró- y Di María, quienes se la llevaron por delante.

