La Municipalidad de Rosario mantiene una abultada deuda con proveedores de insumos y servicios y la situación aparentemente está pasando a mayores. Ya acostumbrados a esperar entre tres y cuatro meses para hacerse del pago de sus acreencias, algunos denuncian por lo bajo que la espera se extendió a los seis meses y varias firmas están al borde de la quiebra.
Especialmente en el rubro de la seguridad privada y los medios periodísticos con pauta oficial, la demora se extiende a plazos que ponen en serio riesgo la continuidad de las empresas. Incluso los salarios de los propios trabajadores de esas firmas están atrasados y la situación amenaza su propia existencia.
Muchos de ellos dependen casi exclusivamente del contrato vigente con la Municipalidad y ven en peligro su plan de negocios. Los aportes laborales a las obras sociales de los trabajadores, el pago del medio aguinaldo y horas extras son algunas de las deudas no saldadas por estas empresas.
También los pasantes, y prestadores de servicios se encuentran con una morosidad alarmante. El presupuesto municipal aprobado por el Concejo Municipal sobre fines de diciembre no arrojó los números esperados en calle Buenos Aires y esperan la aprobación de alguna partida suplementaria para superar el acuciante ahogo financiero.

