La tensión volvió a reinar en Ucrania tras la intervención militar de Rusia en Crimea. Desobedeciendo las advertencias de gran parte de la comunidad internacional, sobre todo de occidente, Vladimir Putin ordenó la operación que continúa por estas horas del domingo.
Ante este panorama, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, aseguró que esta movida de Moscú se trata de "una declaración de guerra".
"Es una alerta roja. No es una amenaza, es de hecho una declaración de guerra a mi país", lanzó el mandatario. Y agregó: "Ucrania se encuentra al borde del desastre".
Este sábado el presidente de los Estados Unidos conversó durante 90 minutos con su par ruso, a quien exigió no intervenir en la crisis ucraniana. El líder de la Casa Blanca le advirtió sobre posibles sanciones políticas y económicas, en caso de seguir adelante con su intervención.

