El Concejo aprobó ayer un proyecto del edil Martín Rosúa, mediante el cual se crea el certificado de compatibilidad productiva, con la finalidad de “determinar si las radicaciones industriales y/o comerciales y/o productivas, sean nuevas o existentes, son compatibles a las actividades desarrolladas en su entorno inmediato, evitando así cualquier posible perjuicio entre ellas”.
El concejal Rosúa resaltó la importancia del nuevo instrumento para evitar perjuicios entre vecinos, en este caso, industrias y aludió a una situación producida recientemente donde a partir de la posible radicación de “una hormigonera en avenida Uriburu y avenida de Circunvalación una industria de importancia nacional” advirtió que podría trasladarse del lugar.
En la ordenanza de creación del certificado se determina que el mismo será emitido por la Secretaría de Producción y Desarrollo Local y deberá ser peticionado al momento de solicitarse el permiso de edificación, el permiso de habilitación o su renovación.
Con la creación del certificado se dispone también la creación de un Registro de Actividades Industriales (RAI) “a los fines de poder analizar y clasificar las actividades productivas a realizarse en un futuro, según sus impactos”.
